Racing Club El Primer Grande

Calibre 22

Milito pidió la camiseta con la que brilló en su carrera y Aued se la cedió, encantado con la humildad con que el Príncipe le habló.

Autor de cuatro goles en seis amistosos, Diego está muy afilado.

Milito pidió la camiseta con la que brilló en su carrera y Luciano Aued se la cedió, encantado con la humildad con que el Príncipe le habló. Luli usará la número 11.

No lo ven. A lo que llevan en la espalda, no lo pueden contemplar mientras juegan. Pero al número lo sienten. Es algo que a muchos les da una suerte de seguridad. Como si fuera su ángel de la guarda. Lo toman como una parte más de su identidad, de su DNI futbolístico, de sus costumbres. Hasta puede ser una cábala, claro. Un día, una mañana, en una más de la pretemporada, Diego Milito, humilde, dio el paso adelante casi con timidez en el vestuario: en un momento se le acercó a Luciano Aued, le habló con mucho respeto, le preguntó si estaba dispuesto a aceptar cederle la camiseta 22.

Luli Aued no tardó un segundo en dar el sí y quedó sorprendido gratamente por la forma, por la sencillez con que un jugador de la rica trayectoria del Príncipe le planteó su deseo. ¿Pero por qué Milito quiere la 22? Hay una vasta historia alrededor de eso. Luego de utilizar la 11 en el Racing campeón del Apertura 2001, Diego recaló en el Genoa de Italia en 2004. Allí solicitó la 9 y se la otorgaron porque no tenía dueño, aunque no pudo mantenerla. Cuando fue al Zaragoza, ese dorsal estaba ocupado por Sergio García y tampoco aparecía disponible la 11, que era propiedad de Juanjo Camacho. Entre las opciones que le presentaron, eligió la 22. Y siguió con esa casaca que lo acompañó en su regreso al Genoa, en el Zaragoza de España (allí convirtió 61 goles y en febrero del 2006 explotó con cuatro goles al Real Madrid)) y en el Inter, escudo con el que ganó absolutamente todo.

Aued, el hombre del famoso taco delicioso con que asistió a Vietto en el torneo pasado (contra Vélez), rápidamente puso en la mira a otro número que ya solicitó y que no cuenta con dueño: el 11. Estaba asignado a Rentería, pero no lo usó nunca por su lesión y pasará a manos del ex Gimnasia, quien ha sido titular en los últimos amistosos y se perfila para serlo en el campeonato local.

Resuelto el tema de la camiseta, ahora resta saber si la cinta de capitán y/o la ejecución de los penales pasará a Milito o si Saja será quien continúe con esas dos responsabilidades. “Todavía no tenemos definido eso”, dijo un allegado al cuerpo técnico. El Chino, antes de que el Príncipe volviera a la Academia, adelantó que no tenía problemas en entregarle la capitanía y hasta los tiros desde los doce pasos si se lo pedían. Autor de cuatro goles en los seis amistosos, símbolo del juego ofensivo del Racing de Diego Cocca, el calibre 22 de Milito parece estar muy cargado.

Fuente: Olé.

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