El Rendimiento de Milito

Los números de la actuación del 'Príncipe' en Rosario, a disposición de los hinchas.

En un partido clave para mantenerse en la cima del torneo, el capitán fue la gran figura de la cancha: convirtió dos goles y armó la jugada del restante. Los números de su actuación en Rosario, a disposición de los hinchas.

No solo de corazón se trata esta historia. También de números. Y, con la información provista por Data Factory (@datafactoryla), proveedor oficial del club, resulta sencillo e interesante mirar el aspecto estadístico del juego. En este caso, la lupa académica enfocará a Diego Milito, el delantero que debutó en Racing el 11 de diciembre de 1999 en un empate 3 a 3 ante Unión y que regresó al lugar que lo vio nacer en junio, después de un exitoso paso de 10 años por el fútbol europeo. Titular el domingo contra Rosario Central, el atacante estuvo en el terreno durante los 90 minutos y fue determinante para lograr la victoria.

Milito, que se movió por todo el frente ofensivo junto a Gustavo Bou, tuvo intervenciones puntuales en el encuentro que sirvieron para desnivelar un desarrollo que, hasta la apertura del marcador, era parejo. Además del contagio a sus compañeros, casi siempre eligió bien e hizo lo que pedía la acción: aguantó cuando fue necesario, tocó cuando las circunstancias lo demandaban y definió cuando se le presentó la ocasión. Su primer gran destello ocurrió a los 41 de la primera parte y originó el gol de Gastón Díaz: engañó al último defensor, recibió de Germán Voboril y, tras un giro dentro del área, habilitó de forma fantástica a Ezequiel Videla.

Su aporte en ataque no se detuvo ahí. Ni por asomo. Aunque solamente pateó al arco dos veces –el 20 por ciento de los tiros académicos-, ese par de intentos fue suficiente para anotar por duplicado. A los 19 de la segunda parte, Bou le puso un pase largo y Milito se ocupó de dejar en el camino a Mauricio Caranta y de empujar a la red. Algo similar sucedió a los 34 del complemento: Gabriel Hauche lo asistió y el capitán colocó el balón contra el ángulo inferior izquierdo del arquero.

Milito participó también en la elaboración del juego. Se tiró atrás con la idea de volverse un receptor válido para sus compañeros y recibió así 18 pases. Además, entregó bien 15 pelotas –una efectividad del 88 por ciento- y, como si fuera poco, fue víctima de tres infracciones. Pero lo suyo, notable realmente, incluyó dos quites en la primera mitad del encuentro. Cayó en offside una única vez, lo que deja en claro que la última línea rival nunca halló la manera de detenerlo.

Por fuera de lo que indican las estadísticas, su rendimiento resultó fundamental para que Racing superara una nueva prueba en su camino hacia la gloria. Por todo lo que significa para el club, Milito es, sin lugar a dudas, una pieza insustituible.

Fuente: www.racingclub.com.ar

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