Hasta siempre, Bocha

Humberto Maschio, gloria de máxima de Racing Club, falleció en el día de hoy a sus 91 años. Estaba internado luego de sufrir un accidente doméstico y luchaba por su vida. Es una verdadera leyenda en el club.

La peleó como siempre, como cuando volvió a Racing para ganarlo todo. En los últimos días, el Bocha sufrió un accidente doméstico que lo obligó a permanecer internado en terapia intensiva luego de que lo encontraran casi 24 horas después del golpe. Su edad avanzada transformó en “muy delicado” esta internación.  Tenía sus riñones y el corazón comprometido. Incluso en el último tiempo los médicos auguraban que “hay que esperar lo que su corazón disponga”. El golpe había sido en la nuca y en la zona debajo de la boca.

Después de unos días internado, ese mismo corazón que le entregó a sus hinchas, le dijo basta. Y con esta detención, comenzó la etapa de Leyenda para Humberto Dionisio Maschio.

Desde el club no han informado dónde velarán los restos del campeón de América y del Mundo con el Racing de Pizzuti.

La gloria académica pasó sus últimos años viviendo en Avellaneda, muy cerca de la zona del Piñeyro, el barrio en el que nació y se crió. Vivía solo y era feliz viendo a Racing.

El Bocha nació el 10 de febrero de 1933 en Avellaneda, donde empezó a dar sus pasos en Arsenal de Lavallol y en Quilmes. Pero a la Academia llegó en 1954 y rápidamente se metió en el corazón de todos los hinchas académicos. Fue un delantero muy exquisito que supo ser el goleador del fútbol en 1955 con su camiseta favorita. Se fue joven a Italia donde también triunfó. Pero Juan José Pizzuti lo convocó para finalizar su carrera a puro trapo en “su” Racing.

Y no fue para menos: Volvió, ganó todo, campeón de América, Intercontinental y en 1968 se retiró del fútbol vistiendo la de Racing.

En total disputó 139 encuentros y marcó 44 goles. Números más que elocuentes para convertir a Maschio en una leyenda que le dio todo al club y que siempre el club estuvo para él.

También fue entrenador del club en varias etapas, incluso en 1999 hizo dupla con un tal Gustavo Costas.

“Yo amo a Racing”

En cada fiesta, agasajo, reconocimiento o encuentros que había en el club, Humberto siempre daba el presente. Querido por todos los hinchas de Racing, desde los abuelos que lo vieron jugar, los grandes que enaltecieron su leyenda, hasta los más chicos que tenían claro que era una parte de la historia grande de la Academia.

Y el Bocha siempre fue correspondido. En una oportunidad, ya vestido como ex jugador, afirmó lo siguiente: “Mi segunda esposa me dijo ‘vos lo querés más a Racing que a mí’, y yo le respondí ‘no, te quiero igual’, para que entienda cuánto la amo. Es completamente distinto, pero yo amo a Racing”.

Sin dudas un jugador emblemático, leyenda, campeón de todo que merece un asiento en la mesa de los grandes ídolos.

Hasta siempre, Bocha. Racing lo saluda y lo extraña de verdad.

Por Federico Dotti

Racing Club – El Primer Grande
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