«No vine para ser el salvador de la patria»

Tras firmar por 18 meses con Racing, Milito recibió en exclusiva a Olé con una gran ilusión, aunque avisó: «Para que uno ayude debe armarse un buen equipo»

Fue en una tarde calurosa de enero, en Mar del Plata, durante una pretemporada que tenía como base a Necochea. Tras larguísimas reuniones y llamados que hicieron arder los teléfonos, el protagonista bajó del ascensor en la planta baja del Sheraton y anunció, en confianza: “Me voy al Genoa”. Diez años después, Diego Milito vuelve a estar en un hotel (Savoy en este caso) con Olé , único medio de la gran cantidad de los presentes al que ayer le concedió una nota en exclusiva. Pero esta vez en un camino inverso: a los 35 años, el Principe está de regreso. Lo esperaban millones de dólares en Qatar, China, Alemania y Estados Unidos, pero escuchó al corazón, al sentido de gratitud hacia el club que lo moldeó como futbolista.

“Sentí que era el momento de darle una mano al club que me dio la chance de hacer esta carrera. No podía dejar pasar más el tiempo porque, a mi edad, sé que no me queda mucho como jugador. Y antes del final necesitaba ayudar a Racing”, se explaya Diego minutos después de firmar contrato por un año y medio. Se fue con el título de 2001 en el buche, voló hacia Europa con ilusiones superadas por realidad con una trayectoria riquísima, hasta convertirse en una estrella del fútbol mundial que brilló en el Inter (allí ganó todo, Champions incluida), club del que es ídolo absoluto. Una figura que hace cuatro años, una jornada como hoy, jugaba el Mundial de Sudáfrica.

-¿Cuál fue el clic? ¿Cuándo te decidiste? -Lo vengo pensando hace más de un año. Bah, apenas me fui me puse a pensar en la vuelta. Es más: estaba seguro de que me iba al Genoa por tres años y medio y regresaba. Pero terminaron siendo casi once años afuera, je. Hoy (ayer) es un día de mucha felicidad para mí. Hice lo que me dictaba el sentimiento. Si Dios quiere, Racing será mi último club.

-Ya sabés lo que es ser campeón con Racing…

-Sí, y el sueño de repetirlo está. El primero que cumplo es el de estar en Racing de nuevo. Claro que pienso lo mejor para esta aventura, este proyecto. Y espero lograr más cosas importantes acá.

-¿Para conseguirlo qué debe recuperar Racing? -Principlamente, armar un buen grupo, competitivo y que se aferre a la idea de Cocca. Es un técnico con ideas muy claras, con muchas ganas. Pero lo que más pido en Racing es unión. Eso será fundamental para lograr cosas, más sabiendo que se viene un semestre difícil desde lo político. Sería bueno que Racing pueda ser protagonista no sólo en este torneo, sino en los futuros.

-¿Cómo se logra ese papel tan anhelado? -Mirá, cuando hablé con Víctor (Blanco) siempre le pregunté cuál sería la línea. Y me respondió que la de ser protagonistas, con una idea firme. Racing es un club grande y tiene que pelear todos los campeonatos. Los objetivos deben ser alcanzables, por lo menos luchados hasta el final por este equipo. Hay que intentarlo, siempre.

-¿En qué terminaron las charlas que tuviste con jugadores para convencerlos de que vengan? -No, no, fue una idea de todos. Si no va a quedar como que yo quise armar el equipo y no es así. Yo sólo hablé con dos jugadores por pedido del presidente para ver si querían volver (NdeR:Racing no podía afrontar económicamente esas contrataciones). A mí me encantaría que en el futuro regresaran todos los jugadores que salieron del club, como los Lisandro López o los Maxi Moralez… Eso sería algo lindo por el sentido de pertenencia, sería muy bueno para mí.

-¿Cómo viste la última temporada de Racing? -Me frustré mucho. Porque uno lo vivía como hincha y además, al ser jugador, sabía lo que sufrían los de Racing. Vi a un equipo que entró en un tobogán de derrotas del que no podía salir. Hay que cambiar el chip, con un nuevo técnico y plantel renovado. Ojalá se arme el plantel competitivo que queremos todos.

-¿Que incluye ese cambio de chip del que hablás? -Por lo que he escuchado de Cocca, habrá que ser muy positivos y ofensivos. Eso es lo que más me gusta, así hay que jugar en todas las canchas.

-Los hinchas tendrán una mirada aguda sobre vos por tu edad. ¿Cómo te preparás para eso? -Es normal. Y me ha pasado en Italia. En mi último año en el Inter era uno de los más grandes del plantel. Es lógico que también quieran ver cómo respondo después de aquella lesión (rotura de ligamentos cruzados); me siento muy bien física y mentalmente. Pero no vine para ser el salvador de la patria. Y se lo dije a Blanco el primer día en que nos reunimos en Italia. Puedo aportar, pero esto es un juego colectivo y por eso hay que armar un equipo importante para que uno colabore. Si no, no será fácil. Igual el desafío no me asusta para nada, me estimula mucho.

-¿Qué Milito se fue en 2004 y cuál volvió? -El fútbol europeo me hizo más nueve. Acá jugaba por afuera, como segunda punta. Y Europa, sobre todo Italia, me enseñó a moverme más en el área, aunque con la esencia de salir para participar del circuito de juego, sin quedarme en el área parado esperando centros. Sobre todo, en estos años maduré mucho.

Fuente: Olé

Racing Club – El Primer Grande
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